sábado, 13 de octubre de 2012

El fin del mundo en 2012, ¿fantasía o realidad?



s



¿LO PONE nervioso el futuro? Si es así, usted no es el único. Desde la antigüedad, los hombres han especulado sobre el porvenir, y muchos han llegado a la conclusión de que las perspectivas no son precisamente de color de rosa. La posibilidad de que el mundo se acabe ha intrigado y fascinado a la gente por milenios.

Tome como ejemplo las obras modernas de ficción. Historietas, programas de televisión, películas y libros, por centenares y millares, tejen historias en torno a un apocalipsis inminente. Es como si hubiera un ejército inagotable de fuerzas listas para abalanzarse sobre la humanidad y asolarla: robots asesinos, monstruos de todo tipo, extraterrestres, zombis, fantasmas, dragones, simios, aves, ratas mutantes y avispas gigantescas. Claro, difícilmente se tomará alguien en serio esos cuentos.

Sin embargo, hay otras historias y teorías que ponen a la gente mucho más nerviosa, algunas de las cuales son consideradas científicas. Una pronostica que la corteza terrestre sufrirá un desplazamiento masivo que provocará violentos tsunamis, terremotos y explosiones volcánicas. Otra sostiene que un día se producirá la perfecta alineación de todos los planetas, lo que intensificará los vientos solares y causará estragos en la Tierra. Y otra postula que los polos magnéticos se invertirán repentinamente y harán que la radiación solar nos mate a todos. Estas teorías cautivan la imaginación colectiva.

¿Y qué decir del sinnúmero de libros y sitios de Internet que vaticinan el fin del mundo para el 21 de diciembre del presente año? Una de las cosas que se dicen es que un supuesto planeta llamado Nibiru (o Planeta X) está en curso de colisión con la Tierra y que llegará este diciembre. Esta y otras teorías sin fundamento se han relacionado con las interpretaciones de un antiguo calendario maya, el cual, según algunos, termina en el solsticio de invierno del 2012.

Persuadidos por predicciones fatídicas como estas, algunos han construido refugios en el patio de sus casas o han reservado —a precios altísimos — alojamiento en búnkeres comunales subterráneos. Otros se han mudado a las montañas y se han hecho autosuficientes en la obtención de agua, electricidad y calefacción.

Desde luego, no falta quien no crea en nada de esto y desdeñe la idea de que el mundo se vaya a acabar.

Por ejemplo, los científicos de la NASA aseguran que “nada malo le va a pasar a la Tierra en el 2012. Nuestro planeta se las ha arreglado bien durante más de cuatro mil millones de años, y ningún científico serio del mundo sabe de amenaza alguna asociada con el 2012”.

No obstante, sería un error concluir que el género humano no corre ningún peligro o que solo los ingenuos creen que el fin del mundo es algo más que ficción y fantasía. Lo sabio sería preguntarse si en realidad vendrá el fin del mundo y, de ser así, cómo y cuándo.

El fin del mundo. Crecen los temores

APARTE de las amenazas fantásticas señaladas en el artículo anterior, existen ciertos motivos de inquietud que merecen seria atención. Hay personas a las que les preocupa el problema de la superpoblación y la escasez de agua y comida que esto conlleva. Hay otras a las que les inquieta la posibilidad de un colapso financiero mundial. ¿Y qué decir de los desastres naturales, las epidemias o una guerra nuclear? ¿Pudieran provocar una catástrofe planetaria?

Veamos brevemente algunos de los peligros que se suelen citar como probables causas de un apocalipsis. Aunque no todos amenacen con borrar a los seres humanos de la faz de la Tierra, todos parecen tener el potencial para acabar con la civilización tal como la conocemos.

El fin del mundo puede no ser lo que usted se imagina

ADEMÁS de ser profundamente pesimistas, los panoramas apocalípticos antes descritos tienen tres cosas en común. Primero, son fruto de la especulación humana, y el historial de los hombres en lo que respecta a adivinar el futuro está muy lejos de ser perfecto. Segundo, en el caso de que hubiera sobrevivientes, sería una cuestión de azar. Y tercero, los sobrevivientes tendrían que librar una dura batalla para seguir vivos.

El cuadro que pinta la Biblia sobre el futuro es mucho más optimista. Aunque asegura que se aproxima un gran cambio, garantiza la supervivencia de todos los que hagan la voluntad de Dios. Y no predice que la Tierra se tostará hasta quedar como un carbón o que se volverá fría como un témpano de hielo. El globo terráqueo se transformará en un paraíso de confín a confín.

A muchas personas les cuesta aceptar estas predicciones bíblicas. Creen que lo que la Biblia enseña sobre una gran tribulación, un Armagedón, un milenio y un paraíso terrenal es pura fantasía. Estos conceptos han sido tema infinito de estudio, debate e interpretación por parte de los teólogos. Sus teorías compiten y se contradicen entre sí. Hablando del tiempo del fin, el escritor Bruce A. Robinson afirma: “Probablemente se haya escrito más literatura teológica oscura sobre este tema que sobre cualquier otra doctrina de la cristiandad”. ¿Con qué resultado? Confusión.

Las Escrituras, por el contrario, no son oscuras. La Biblia es el mensaje de Dios, y él no quiere que nos devanemos los sesos tratando de adivinar lo que nos depara el futuro. Lo invitamos a examinar algunas de las preguntas más frecuentes y las respuestas que da la propia Biblia. Si desea saber más, pida el libro ¿Qué enseña realmente la Biblia?, editado por los testigos de Jehová.

 ¿Serán destruidas la Tierra y la raza humana?

Los justos mismos poseerán la tierra, y residirán para siempre sobre ella.” (Salmo 37:29.)

¿Morirá alguien?

Los rectos son los que residirán en la tierra, y los exentos de culpa son los que quedarán en ella. En cuanto a los inicuos, serán cortados de la mismísima tierra; y en cuanto a los traicioneros, serán arrancados de ella.” (Proverbios 2:​21, 22.)

¿Ha actuado Dios en contra de los malos en el pasado?

Dios “no se contuvo de castigar a un mundo antiguo, sino que guardó en seguridad a Noé, predicador de justicia, con otras siete personas cuando trajo un diluvio sobre un mundo de gente impía; y al reducir a cenizas a las ciudades de Sodoma y Gomorra las condenó, poniendo para personas impías un modelo de cosas venideras” (2 Pedro 2:​5, 6).

¿Sabemos la fecha en que Dios llevará a cabo su juicio?

Respecto a aquel día y hora nadie sabe, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino solo el Padre. Porque así como eran los días de Noé, así será la presencia del Hijo del hombre. Porque como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, los hombres casándose y las mujeres siendo dadas en matrimonio, hasta el día en que Noé entró en el arca; y no hicieron caso hasta que vino el diluvio y los barrió a todos, así será la presencia del Hijo del hombre.” (Mateo 24:​36-39.)

¿Hay alguna indicación de que el fin vendrá pronto?

En los últimos días se presentarán tiempos críticos, difíciles de manejar. Porque los hombres serán amadores de sí mismos, amadores del dinero, presumidos, altivos, blasfemos, desobedientes a los padres, desagradecidos, desleales, sin tener cariño natural, no dispuestos a ningún acuerdo, calumniadores, sin autodominio, feroces, sin amor del bien, traicioneros, testarudos, hinchados de orgullo, amadores de placeres más bien que amadores de Dios, teniendo una forma de devoción piadosa, pero resultando falsos a su poder.” (2 Timoteo 3:​1-5.)

¿Cómo será el futuro de la humanidad en la Tierra?

Dios “limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado” (Revelación [Apocalipsis] 21: 4).

Dios “limpiará toda lágrima de sus ojos”
Aun cuando las Escrituras no nos ofrecen más que un anticipo de lo que será el porvenir, nos aseguran que la humanidad no está condenada a desaparecer. El futuro será glorioso, más allá de lo que nuestra imaginación puede concebir. No lo dude ni por un momento. Jehová Dios lo ha prometido, y él siempre cumple lo que promete.