martes, 17 de septiembre de 2013

PRODUCTOS CHINOS AHOGAN A LOS INDUSTRIALES DE GAMARRA...MIENTRAS TANTO OLLANTA NO HACE NADA.......

La proliferación de ropa china en los mercados de Lima, hace que se desplome Gamarra, uno de los principales emporios de la industria textil en el Perú, cuyos empresarios prefieren cerrar sus fábricas que competir con la importación de ropa proveniente de China.
Hartos de no competir con el dumping, los comerciantes de Gamarra ayer se movilizaron hasta la sede de la Presidencia del Consejo de Ministros para hacer sentir sus voces de protesta y que el gobierno pueda parar la competencia desleal.
Los manifestantes agobiados por la ropa china, no fueron recibidos por el primer ministro Juan Jiménez Mayor, pero dejaron en la sede del Ejecutivo un documento donde demandan al Gabinete que atienda sus reclamos.
La movilización, que convocó a casi 5.000 personas, fue encabezada por el empresario textil Diógenes Alva, quien dice estar predispuesto en combatir contra la ropa china y no lo ha hecho.
“Con la invasión de ropa china, el mercado nacional deja de adquirir algodón peruano y por ende el Gobierno tiene el sustento para no invertir en políticas de reactivación. Por eso es que cada año somos menos algodoneros y este Gobierno con su política está condenando a desaparecer la pequeña agricultura”, refirió Juan Sotelo, dirigente de algodoneros de la Costa Central.
La expansión de la ropa China, no solamente pone en debacle a los comerciantes de Gamarra, sino también a los agricultores algodoneros, quienes se verían obligados a abandonar la actividad agrícola.
La razón de que los comerciantes del principal emporio textil de Lima estén en contra de las importaciones de ropa de China, es por el bajo costo de las mismas; por ejemplo, un calzoncillo de algodón hecho en Perú cuesta entre 18 y 20 soles, uno chino de licra, 6 soles.
Y ante esta realidad, a los comerciantes se les hace difícil sobrevivir en el mercado; según reportes de Aduanas, el 51% de la mercadería que viene de China llega a precio de la tela y el 36% por debajo del precio de la materia prima.
La situación se hace cada vez difícil para los comerciantes, “hace 4 años tenía 5 tiendas de ropa para niños, ahora me he visto obligado a cerrar 3. No se puede competir”, señala preocupada Susana Saldaña Ramos, entrevistada por la revista “Hildebrandt en sus trece”. El primer efecto que enfrentan, es que las ventas bajaron considerablemente, pese a los descuentos de 30 y 50 por ciento, afirman los afectados.
Por citar algunos casos, un conjunto de jean para niños que se vende en Gamarra a 179 soles, si fuera chino costaría 50 soles; la diferencia es abismal y la gente prefiere el más barato.
Los comerciantes anunciaron que presentarán una medida cautelar para no pagar impuestos en seis meses.
En tanto, Indecopi informó que sigue dos investigaciones técnicas en relación con la importación de prendas chinas y del algodón importado de Estados Unidos.

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